Si bien aún no existe una pauta nutricional estandarizada a nivel mundial para pacientes con Covid-19, las recomendaciones médicas están dirigidas a paliar los síntomas propios de la enfermedad, como son la fiebre y los problemas respiratorios, asegurando con ello el bienestar de quienes tienen infección por SARS-CoV-2.
Por lo general, el paciente con Covid-19 presenta falta de apetito y deshidratación a causa de la fiebre, lo que puede llegar a ocasionar presión arterial baja, siendo vital entonces cuidar de su correcta alimentación e hidratación, a fin de prevenir complicaciones mayores de salud.
Para pacientes con Covid-19 que se encuentren con una sintomatología leve o asintomático y con aislamiento en domicilio, existe la siguiente guía dietética:
Especialmente ante estados febriles o tos. La ingesta de líquidos debe ser a libre demanda, es decir, según tenga sed. Sin embargo, si el paciente no presenta sensación de sed, de igual modo, es necesario que consuma en promedio 1.8 litros de agua o líquido al día. La sugerencia es que la principal fuente de hidratación sea agua, de no ser así, optar por caldos sin grasa (vegetales, carne o pescado), infusiones o té.
En los adultos mayores la sensación de sed se encuentra disminuida, en estos casos, una alternativa son las gelatinas sin azúcar, más aún cuando exista fiebre. Los jugos de fruta natural y la leche no se consideran fuente de hidratación. Se debe evitar el consumo de bebidas artificiales o con edulcorantes.
En caso que el paciente no esté habituado al consumo de vegetales, la recomendación es que consuma 3 porciones de frutas y 2 de hortalizas al día. Si existiera una molestia para deglutir (tragar), falta de apetito o fiebre, las raciones podrían ser en forma de puré, crema o rodajas finas, que sean fáciles de digerir. En el caso de ser niños quienes padezcan Covid-19, se debe ofrecer estos alimentos, pero nunca forzar. Se recomienda buscar alguna forma creativa para alimentarlos.
Al momento de preparar los alimentos, opte por aquellos de grano entero, como pan integral, pasta o arroz integral. Añada al menú también legumbres guisadas o ensaladas. Los cereales con azúcar o colorantes añadido no se recomiendan consumir. Tampoco preparaciones dulces de productos refinados (bollería y pastelería). Su consumo debe ser excepcional.
Como fuente de calcio, se recomienda el consumo de lácteos descremados, sin colorantes, azúcar o saborizantes artificiales. Es importante indicar que hasta el momento no hay pruebas concluyentes de que el consumo de lácteos fermentados contribuya a fortalecer el sistema inmune o mejorar la flora intestinal. Una dieta balanceada, alta en vitaminas y nutrientes cumplen ese objetivo.
Sólo una vez por semana se recomienda el consumo de carnes rojas (vacuno, cerdo u otro), dos o tres veces pescados, pollo, pavo u otra carne blanca. En cuanto a los huevos, se pueden consumir de tres a cuatro veces por semana. Evitar el consumo de embutidos, fiambres y carnes grasas de cualquier tipo. En cuanto a la cocción de las carnes, elegir opciones saludables, como a la plancha, asado, guisado o en sopas.
Si el paciente lo desea, puede consumir frutos secos, pero naturales o tostados, nunca fritos, endulzados o salados. Se recomienda el aceite de oliva como aderezo de ensaladas o preparaciones.
Para ninguna dieta se recomienda el consumo de comida rápida o alimentos precocidos, tanto en adultos como niños. La gran concentración de grasa y azúcares incorporados de estas preparaciones aumentan el riesgo de sobrepeso u obesidad, además de enfermedades crónicas. El llamado es a evitar su consumo.
Para finalizar, te contamos que no existe evidencia que el consumo de alguna hierba prevenga la infección por coronavirus o ayude a combatir la enfermedad, por tanto, la prevención sigue siendo la forma más segura de evitar el contagio.
Alexandra Ancalaf M., agencia digital de Comunicaciones Animal Creativo, para Grünenthal Chile.
Suplemento alimentario. Dto N°977/96 Reglamento sanitario de los alimentos